
SALTO EN EL TIEMPO. Y llegó el momento de un hombre “made in Apache”. Alejandro “Lele” March. Tipazo. Noble. Profesional. Respetuoso y responsable. Un relojito suizo. Respetado por propios y extraños. Por compañeros y rivales. Un base que debutó a los 16 en primera división y ganó tres títulos anuales con Atenas Sport Club. Jugador confiable, con buen lanzamiento de tres puntos, gran lectura de juego y capacidad para defender. El “famoso Lele” de Sangre y Luto. ¿Quién es el Lele? Un ser humano sin maldad, así lo definen sus amigos.
1- ¿Continúas ligada al básquetbol?
– Lamentablemente no continuo ligado al básquet, porque mis hijos se dedicaron a otro deporte y obvio, uno como papá es incondicional. Juan Francisco juega al Fútbol en la primera de Andes Talleres, Juan Cruz es jugador de Alemán de Futsal (integró la Selección Argentina de Juveniles) y Marina, practicó Patín, Gimnasia Deportiva y Hockey sobre Césped en el club Alemán. Me retiré del básquet por un problema en la rodilla y por mis estudios universitarios.


2 – ¿A qué te dedicás?
– Soy Odontólogo.

3 – ¿Familia?
– Mi familia está compuesta por Laura Horta mi esposa, la cual me acompañó siempre en mi etapa de jugador y mis tres hijos: Juan Francisco, Marina y Juan Cruz.

4 – ¿Tu quinteto ideal de compañeras y tu quinteto ideal de rivales?
– Mi equipo ideal, sin dudas es: a un costado el Luchi, mi hermano, sin que se pelee con nadie (risas). Al otro costado el Lechuga Belda, técnico y jugadorazo. Siempre lo escuchaba adentro de la cancha para no equivocarme, táctico totalmente, Mauricio Pedemonte y el Camerún Tejada. Como base me puse yo, para no dejar de jugar con todos estos monstruos.
Con respecto al equipo ideal compuesto por rivales, son todos de mi época: Fernando Zlotolow; Marcelo Armendariz, un tipazo; el Tacho Sarmiento; el Buqui Terrada y el Oscar Peñas.
También me gustaría recordar la primera vez que me operan la rodilla. Luis Francisco Armendáriz me llevó a la Lepra que jugaba en la B y ellos me bancaron toda la rehabilitación con el profe Rodríguez. Subimos a la A y luego volví al Pozo. Fue una experiencia muy linda con un grupo de amigos espectaculares y con el crack del Lata Martínez. Jugadorazo.
5 – ¿Jugador que admiraste siempre, rival o compañero?
– El jugador que siempre admiré desde chico fue el Paquito Allemany. Mi maestro en el básquet. Un ídolo. Siempre me dio consejos fundamentales.

6- ¿Un entrenador?
– En las divisiones inferiores, quiero nombrar a Jorgito Rosemblat, que me marcó mucho. Fue un año al club Atenas y nos cambió la cabeza. Y otro entrenador espectacular, Antonio Fabrizio. Siempre me subió de categoría y me hizo debutar en primera con 16 años. También, tengo que mencionar a Edgardo Peralta y Omar Semeraro.

7 – ¿Un árbitro?
– El mejor árbitro, el Chingolo García. Pero en realidad todos los árbitros de Mendoza eran buenos tipos y excelentes personas. Obvio, en cada partido con aciertos y errores. Pero, todos grandes tipos.
8 – ¿El rival más difícil?
– Desde las divisiones inferiores hasta la primera división siempre fue Andes Talleres. Todos buenos tipos y grandes jugadores.
9 – ¿Tú cancha favorita?
– Mi cancha favorita siempre, el Súper “Pozo Apache” indefictiblemente.
10 – ¿La cancha más difícil?
– La cancha más difícil era la de Cultural Israelita, por los aros y las dimensiones. Era imposible ubicarte. ¡Qué fuerte se hacía Cultural en su cancha!
11 – ¿Cuál fue el mejor partido de tu carrera?
– Mi mejor partido fue en la final del año 1983 contra Andes Talleres en el estadio de Pacífico. Estaba repleto y habían más de 3 mil personas. Edgardo Peralta me hizo jugar los últimos cinco minutos con lo terrible que estaba el juego, la cantidad de grandes jugadores que habían adentro de la cancha y salimos Campeones. Inolvidable ese partido para mí.
12 – ¿Un campeonato?
– De los tres campeonatos consecutivos que logramos con Atenas Sport Club: 1983, 1984 y 1985. Me quedo con el de 1983, porque terminé jugando la final con la confianza del DT y porque fue una verdadera fiesta del básquet.
13 – ¿El mejor norteamericano que viste en Mendoza?
– El mejor norteamericano que jugó en Mendoza por inteligencia y técnica fue Ray Schinitzer, el norteamericano rubio. Cambió por completo el básquet de Mendoza.

14 – ¿Un club?
– Un club, SANGRE Y LUTO, el Atenas Sport Club, donde jugó mi viejo y a pesar de ser él hincha de Andes Talleres en el fútbol, transmitió la pasión por Atenas en toda la familia.

14 – ¿Qué significó el básquet en tu vida?
– Y el básquet para mí significó un montón de hermosos momentos durante gran parte de mi vida. Empecé a los 6 años y hasta los 30, fui todos los días al Pozo Apache. Es una pasión. Ahora, cuando puedo y Atenas está en las instancias finales, trato de ir y acompañar a toda la gente del club.
