Facundo Alberici ya palpita su segunda etapa en el Centro Deportivo Rivadavia. La emoción del cordobés, que ya se siente un mendocino más.
Es de público conocimiento que en Rivadavia se respira básquet. En cada esquina, en cada charla de café, en cualquier rincón de los trece distritos del departamento. No hay otro tema de conversación.
El martes en la mañana surgió la noticia y el mundo Naranja se revolucionó. Facundo Alberici había sido “cortado” por Ameghino y el sueño de recuperar a una de las piezas fundamentales del último Federal, se acercaba más y más. No hubo nada que pensar, sólo actuar rápido (por parte del jugador, representante y dirigentes) para que el Alero oriundo de Marcos Juárez vuelva a vestir la camiseta con la cual conquistó dos campeonatos.
-¿Qué pasó el martes en la mañana?
-Aproximadamente a las 11 me enteré que no continuaba en Ameghino. Hacía unos diez días que dirigentes de Rivadavia se habían comunicado conmigo para que volviera, pero obviamente al tener contrato y compromiso con el club cordobés, no se podía. Apenas pasó esto, me comuniqué con ellos y con el Colo (Fernando Minelli) y a las 13 ya era jugador de Rivadavia.
-¿Estabas cómodo en Villa María?
-En lo deportivo me sentía en deuda, no encontraba mi juego, no estaba siendo el jugador que era en Rivadavia. Pero por otra parte, estaba cerca de mi familia y con Fede (Grenni), que somos grandes amigos. El corte me dio mucha tristeza, pero al mismo tiempo fue un alivio. Cuando te preparás toda la semana para hacer bien tu trabajo y después en la cancha las cosas no salen como querés, te sentís mal.
-Es tu segunda etapa en Rivadavia… ¿Estás feliz?
-Siempre. Tengo muchos afectos acá, Rivadavia es una gran familia. Pase lo que pase dentro de la cancha, siempre están. Estoy agradecido de por vida a ellos.
-¿Hay posibilidades de que juegues este viernes ante Junín?
-Tardé un poco en llegar a Mendoza justamente por todo el papeleo para que pueda estar el viernes. Ahora está todo en manos de los dirigentes que están haciendo todo lo posible para que me habiliten y pueda jugar, más que nada para ir de a poco adaptándome al equipo.
-¿Es una revancha volver a Mendoza por lo que pasó el torneo pasado, donde se acarició el ascenso al TNA?
-sí por supuesto. En el Federal pasado nos habíamos propuesto el ascenso, era el único objetivo por lo menos en lo personal. Y tras quedar afuera con Belgrano de San Nicolás, sentí que era momento de dar vuelta la página. Y no creo que haya sido una decisión desacertada, porque más allá de que las cosas no salieron de la mejor manera en Ameghino, he aprendido muchas cosas nuevas y en el momento tuve mucha convicción para decidir. Hoy Mendoza me da una gran oportunidad de estar tranquilo conmigo mismo.
-¿Qué te gustaría decirle al hincha Naranja?
-Que vaya a la cancha como lo hace siempre. Ya quiero jugar, voy a disfrutar de estos partidos más que nadie, extrañaba mucho el ambiente de Rivadavia.
Después de varios meses, Rivadavia vuelve a ser local en su estadio y probablemente a cancha llena. Será este viernes a la hora 22, nada menos que ante Municipalidad de Junín, el clásico de la zona este, con la posible presencia de Facundo Alberici.