Hoy, seguramente, las lágrimas derramadas por los simpatizantes Naranjas, no dejan ver los resultados anteriores ni lo que vendrá de aquí en adelante.
La ilusión que este equipo había generado era inmensa. Un récord de 26-4 en la Fase Regular presagiaba el mejor final para los dirigidos por Fernando Minelli, número 1 de toda la República Argentina en el Torneo Federal.
Sin embargo, en la final hubo un rival poderoso, un equipo con historia en Ligas Nacionales y con una hinchada que mete presión en todo momento, lo que hace un combo difícil de superar sobre todo cuando Belgrano juega en San Nicolás.
No hay que olvidar, además, que para salir campeón siempre tiene que existir el factor suerte. Rivadavia no lo tuvo. Tras haber obtenido el mejor lugar de todo el torneo, las lesiones fueron acortando un equipo muy largo y con alternativas en cada puesto.
Primero fue Barreiro en cuartos de final (desgarro y complicaciones en su tendón). Mirco, sin dudas, fue una baja sensible, ya que siempre estuvo en el quinteto inicial. Gómez también sufriría complicaciones, más allá de que jugó. Un desgarro en uno de sus ligamentos le impidió estar al 100% en las finales. Y como si fuera poco tener dos bajas, como dice el dicho no hay dos sin tres y Arce se sacó el hombro en el tercer punto de la serie y no pudo jugar más.
Hoy las lágrimas de tristeza y amargura, seguramente no hacen ver el camino recorrido por un equipo que creció temporada a temporada, sin dar un paso atrás:
Temporada 2012/2013: Fue el primer año de Rivadavia en la tercera división del básquetbol argentino. El objetivo era claro, mantener la categoría. No solamente se cumplió, sino que además fue el mejor equipo mendocino (esto se repetiría en los próximos años) y estuvo a un punto de meterse en playoffs.
Temporada 2013/2014: Con un año de experiencia, ahora el desafío era entrar a la Reclasificación. Rivadavia llegó a dicha instancia y con localía en contra, barrió la serie ante Sociedad Española. Luego en cuartos de final, fue eliminado de manera polémica frente a Estudiantes de Olavarría, que a posterior sería el campeón del torneo.
Temporada 2014/2015: Si bien en esta campaña se llegó hasta la misma instancia que la anterior, Rivadavia ganó más partidos en la Fase Regular, lo que permitió por primera vez tener la ventaja de localía en Reclasificación, que sirvió para eliminar a Villa Mitre. En cuartos de final, el verdugo Naranja sería Estudiantes de La Plata.
Temporada 2015/2016: El objetivo planteado fue el de dar el salto de categoría. Y si bien no se logró, fue la mejor campaña de un equipo mendocino desde el cambio de formato. Además del extraordinario récord en Fase Regular, hay que destacar la eliminación rápida a Villa Mitre en Cuartos (3-0), haberse desquitado de Estudiantes de La Plata en Semis (3-2) y de haber llegado a la Final de Conferencia y caer de pie ante un histórico como lo es Belgrano de San Nicolás.
Ahora, habrá que empezar a pensar en el futuro cercano, qué jugadores seguirán, quienes emigrarán. Lo que Rivadavia no puede pensar es en retroceder. En esto también incluimos a simpatizantes, sponsors y medios de comunicación, muchos de ellos que se acordaron del equipo en las últimas instancias y no a partir de octubre cuando inició el campeonato.
Rivadavia es el embajador basquetbolístico de la provincia y hoy más que nunca, desde Salto Inicial les decimos… PROHIBIDO RETROCEDER.