LIGA ARGENTINA. El Naranja mendocino sufrió bajas en la última burbuja y allí tuvo una nueva incorporación. Se trata de Marcos Caparros, su preparador físico.
Algo inusual ocurrió en el equipo mendocino en la pasada burbuja disputada en Lanús. El Naranja sufrió bajas antes de los partidos, dejándolo con un equipo corto a lo largo de los tres juegos disputados en el Microestadio Antonio Rotili. Días previos al viaje a Capital Federal, se conoció el caso positivo de COVID-19 del jugador Stefano Arancibia. Es por eso, que el capitán del equipo no pudo viajar y debió aislarse de inmediato del plantel. El extranjero Devon Robinson por motivos personales hace un tiempo le había dado la noticia a la dirigencia y cuerpo técnico Naranja que tenía que regresar a su país. Robinson tenía programado su viaje el pasado 14 de abril sabiendo que en Olavarría finalizaban los partidos el día 12 del mismo mes. Al cambiarse de lugar y de fecha la burbuja, el jugador fue perjudicado y no estuvo en Lanús. Ante esta situación, el cuerpo técnico de Rivadavia decidió sumar a Marcos Caparros, quien es actualmente el preparador físico del equipo. Ocupó el lugar de Arancibia como ficha U23.
Caparros es Licenciado de Educación Física en Salud y Rendimiento Deportivo desde el año 2020. Creció en las inferiores del Naranja. Además de ser el preparador físico del equipo de Liga Argentina en esta temporada, forma parte del plantel de la Superliga. Minelli ya le había otorgado minutos en su etapa de juvenil en las temporadas de Torneo Federal y en Liga Argentina. El base de 23 años declaró: “Sabía que estaba la posibilidad de entrar. Me lo habían dicho al comienzo de la temporada, pero realmente eso no estaba en mi cabeza. Antes de viajar, “Colo” (Fernando Minelli) me dijo que cargara las zapatillas que me tocaba jugar. Fue un cachetazo lindo, porque siempre estoy en el banco y te dan ganas de jugar.”
“Con los jugadores tengo una relación jugador-jugador más que de preparador físico. La mayoría de ellos son más grandes que yo, pero a la hora de trabajar respetan mi rol. En los entrenamientos en Rivadavia me encargo de los trabajos físicos, gimnasio y entradas en calor. La mayoría de las veces lo hago con ellos como jugador, más que nada para estar a la altura. Si falta alguno tengo que estar siempre para “Colo” (Minelli) y Marcos (Boccolini)”. Sobre cómo vivió la burbuja dijo: “Fue una burbuja difícil por las bajas de Devon y Stefano. Creemos que el balance fue positivo. Más allá de los resultados, tuvimos que lidiar con diferentes problemas, pero pudimos enfrentarlos. Intento ser uno más. Por la salud de mis compañeros, espero que no me vuelva a tocar (entre risas), pero caso contrario, ya estoy preparado”.
Esto es un claro ejemplo de cómo se vive el básquet en Rivadavia. Los juveniles siempre están “al salto” por estar. En este caso le tocó al preparador físico, quien es de la Ciudad y conoce bien desde adentro cómo trabaja la institución para dejar al básquet rivadaviense y mendocino en lo más alto.
PRENSA RIVADAVIA BÁSQUET