SALTO EN EL TIEMPO. Y llegó el turno del Negro Olmedo. Hombre nacido en la cuna de San José y con un paso muy importante por Atenas Sport Club en la década del 90. Jugador aguerrido, rendidor, humilde, de perfil muy bajo pero muy completo debajo del tablero, con una media distancia muy efectiva. Defensor nato. Tipazo. Leal. Solidario. De pocas palabras, pero un corazón enorme y dejando la vida por cada uno de los suyos.
1 – ¿Continúas ligado al básquet?
– Sigo ligado al básquet jugando con dos grupos de amigos de toda la vida. En Luján M50 y Los Piratas M43 y M35 en la Unión de Maxibasquet de Mendoza. También como hincha de mi hijo Nacho, que ha heredado la pasión por este hermoso deporte.
2 – ¿A qué te dedicás?
– Trabajo en forma independiente, haciendo cobranzas para una empresa de seguridad.
3 – ¿Familia?
– Casado felizmente con Viviana hace muchísimos años (risas) y con dos maravillosos hijos: Rocío y Nachito.
4 – Tu equipo ideal de compañeros y otro de rivales
– Me van a matar por esto (risas). Pero, de equipos de compañeros tengo que hacer una mezcla de Atenas y San José. Arrancamos: el uno es Lele March. Dos, Mauricio Pedemonte, tres Rubén Infante, cuatro Mario “Camerún” Tejada y de cinco, Carlos «Pichón» Quiroga. Equipazo mucho gol y algo de marca.
Con respecto al equipo de rivales, el gran equipo de Rivadavia de los años 80: Petaca Bittar, Tuta Rodríguez, Marcelo Centorbi, Rody Zagaglia y Camello Francese. Uno de los mejores equipos que me ha tocado enfrentar en Mendoza.
5 – ¿Qué jugador admiraste siempre?
– Rody Zagaglia. Como rival en primera y compañero amigo en el maxibasquet. Y mi compañero y amigo de muchas batallas y a quién siempre le daría la pelota en los momentos calientes de un partido: Mario “Camerún” Tejada.
Otro jugador y amigo que quiero destacar porque admiro mucho es a Darío Heck. Tipo noble, humilde y gran jugador. Nos encontramos en el maxibasquet y generamos una amistad fantástica con todo el grupo de Piratas.
6 – ¿Un entrenador que te formó en tu carrera?
– Hay dos entrenadores que me formaron y enseñaron mucho en el básquet. Omar Semeraro de gran personalidad y Carlitos Moreno, muy inteligente. Con ambos entrenadores comparto una gran amistad. Por desgracia, Carlitos nos dejó el año pasado, una pérdida muy dolorosa.
7 – ¿Un árbitro?
– Sin dudas, Juan Quesada. Excelente árbitro y un tipazo. Un gran amigo.
8 – ¿El rival más difícil?
– Muchos equipos de primera A y de primera B. En la máxima categoría elegiría a Rivadavia, un equipo completísimo y de otro nivel. En la B, a Independiente Rivadavia, durísimo. Te pegaban hasta debajo de las encías (risas).
9 – ¿Tú cancha favorita?
– La vieja cancha de San José. Piso de baldosa y aros infernales, en donde pocos ganaban en esa cancha. Regatas, con varios jugadores que luego llegaron a la Liga Nacional, en un partido, convirtió 9 puntos en un solo tiempo. No entendían nada. Era dura esa cancha.
10 – ¿La cancha más difícil?
– El Pozo Apache de Atenas. Lo sufrí jugando de visitante y la disfruté jugando de local. Mucha presión desde afuera de la cancha.
11 – ¿Tu mejor partido?
– Yo nunca fui un jugador goleador o que me destapara en algún partido. Por eso, para mí jugar un gran partido era lograr que al jugador que me tocaba marcar no tuviera una buena noche. Colaborar con mis compañeros para que el equipo lograra la victoria.
12 – ¿Un campeonato?
– El ascenso con San José en el año 1985. Campeonato que ganamos con mucha autoridad y logrado gracias al gran grupo de amigos que integraban ese elenco, dirigido por Omar Semeraro, arquitecto en todo sentido de ese plantel inolvidable.
13 – ¿Cuál fue el mejor norteamericano que enfrentaste o tuviste de compañero?
– En los años 80, la mayoría de los equipos de primera división tenían uno o dos jugadores norteamericanos. Por eso me enfrenté con varios. Para mí, Patrick Releforf y Andrew Nicholson fueron los mejores.
14 – ¿Un club?
– Dos clubes. San José, el club donde me inicié y me retiré. Y Atenas, en donde jugué cosas importante. En ambos clubes con muchos amigos, a pesar de la rivalidad sana que existe entre ambas instituciones.
15 – ¿Qué significó el básquet en tu vida?
– Todo o casi todo. En mi familia el básquet se convirtió en uno de los temas principales del quehacer o del día a día. En el trabajo, esperando todo el día para que llegue la noche para ir al club a entrenar y ni hablar si teníamos partido. Toda una forma o estilo de vida. Y por supuesto, los amigos de ahora y de muchos años. Incondicionales. Con la gran mayoría de ellos, aun compartimos la dicha y la pasión de entrar a una cancha de básquet.
