Los estadios en donde se juegan las finales, es de lo único que se habla cuando llega el momento de las definiciones, cuando se tendría que festejar el ascenso obtenido.
Hace tiempo que pasa lo mismo cada vez que se juega una final por el ascenso. El mismo motivo es discusión sea el equipo que sea. Y ni le cuento si la serie llega a un tercer partido. De que hablan todos: de la capacidad de los estadios.
Hasta que llega la final, nadie pero nadie discute si un estadio está en condiciones para jugar al basquetbol. Va juega, gana o pierde, pero juega y se va a su casa. Nadie discute si la gente, generalmente o siempre poca gente que va a la cancha, está cerca, detrás del banco, insulta, dice algo, te mira mal, si la pared está cerca de la cancha, si gotea cuando llueve. Pero llegan los partidos finales y todo cambia.
Las redes sociales empiezan a jugar un triste papel, que la verdad no ayuda para nada. Ojalá usaran ese tiempo para colaborar con su club y no para atacar al rival o para decirles: «te vamos a copar tu canchita» o «como podés jugar en ese estadio» o miles de otras cosas. Redes sociales, que son tomadas como elementos tan simples para agredir, que pareciera hasta «normal» lo que uno lee a diario. Y no lo es.
En esta parte final, también se mete el fútbol. O mejor dicho gente del fútbol. Que de colores me imagino debe sentir o debe saber, pero de basquetbol le aseguro que no sabe nada. Y son esa misma gente, la que generalmente hace que «nuestra gente», la que si sabe de basquetbol, a veces se mezcle en líos innecesarios y termine todo en un gran escándalo.
Lo último y no menos importante: el ser local. Escucho siempre «te dí todas las comodidades en mi cancha y vos me dejaste en un rincón y con gente parada cuando fui allá» o «espero que me tratés igual como yo te traté acá». Se viene el tercer juego entre Leonardo Murialdo y A.C.San Martín. Los dos partidos que se jugaron fue a estadio lleno. Con mucha gente visitante en ambos juegos. Con un incidente, para mí muy imporante, para otros según el cristal con que se lo ve no tan grande, pero incidente al fin, en el partido de ida. Desde el Este avisan que va a ir mucha gente. Desde Villa Nueva, responden que habrá un número limitado de entradas. Lo más conveniente es que la Federación, como ente organizadora del torneo, tome decisiones. Muestre su presencia, no solo para entregar la copa de campeón, sino con hechos, con respuestas para ambos clubes, con un buen operativo. No sirve que la gente vaya y no ingrese. No sirve que el estadio reviente de gente y después todos se quejen si pasa algo. No sirve, que no pueda dar la vuelta olímpica el ganador. O no lo dejen.
Lo quería contar, porque el viernes quiero escribir sobre una FIESTA. Sobre un partido de basquetbol. Ví un PARTIDAZO en el Este, de lo mejor del año. Los dos equipos y sus dirigencias, que mucho esfuerzo hicieron, merecen que el torneo termine en paz y con un equipo levantando la copa y el otro aplaudiendo. Los dos ya están en la Súper Liga, nunca se olviden de eso.