SELECCIÓN DE MENDOZA. La Borravino que perdió la final del Argentino de básquetbol en 1992 en San Luis, se reunió, a tres décadas del suceso. Un asado, el video y las risas de un sábado a mediodía.
Por Lucio Alcides Ortiz
ESPECIAL PARA SALTO INICIAL
Los mismos que pisaron el parquet del estadio Ave Fénix, en San Luis hace 30 años, miraban las imágenes en una pantalla, como si fuese que había sucedido unas semanas atrás. Esta misma reunión se ha reiterado con una asiduidad casi anual y se deben haber repetido decenas de veces las secuencias del video de la final del Campeonato Argentino de Básquetbol de 1992.
Y ahí estaban en la casa de Gustavo Zulliger en Villa Nueva, los mismos muchachos que perdieron el partido definitorio frente al seleccionado de San Luis armado con extranjeros nacionalizados y con jugadores de varias provincias. Aquel 29 de agosto de 1992 los mendocinos cayeron 107 a 96 y los que estuvimos como testigos presenciales no nos cansamos de decir que “los jugadores del seleccionado de Mendoza fueron los campeones morales”, porque eran genuinos de la provincia de Mendoza y no un combinado internacional e interprovincial como San Luis.
En el sábado soleado, el dueño de casa como excelente anfitrión sirvió la picada y no abandonó nunca el control de la parrilla. El Manguera continúa con la vitalidad en sus movimientos como lo hacía para defender bajo los aros. Han pasado 30 años y los integrantes del cuerpo técnico: Walter Vargas, Omar Semeraro y Carlos Viola no se perdían los detalles del partido, como si fuese en directo. Y marcaban virtudes y defectos. Los muchachos están más anchos, las canas pintan sus cabezas y barbas pero no han perdido las energías para festejar un chiste, recordar anécdotas y acordarse de momentos imborrables de varios años del básquetbol local y nacional. Luchi March y Marito Tejada recordaban momentos de Atenas y locuras juveniles que hasta se animarían a repetir. David Ibañez conserva la calma en el armado y la explosión para una asistencia inesperada, Sergio Peralta tiene la memoria activa de cada partido, que lo marcaron a través de tantos años de actividad.
Carlitos Abrego está intacto, el Cachorro Martínez aporta ocurrencias y se divierte con todos; Roberto Pacini rememora sus partidos en Regatas y en Social Las Heras; Diego Sánchez perdió el pelo pero nunca dejó la pasión para cada acto de su vida. Estaba muy atento a los comentarios Pablo García, que en ese tiempo era juvenil y quedó afuera de la lista, pero compartió todo el proceso.
Se acuerdan de Duilio Petrizán, que está en España hasta que una video-llamada traslada a Paul Minzer de su domicilio en Gálvez, Santa Fe, hasta la ronda amigos que disfrutan de los chorizos, las costillas y el vacío. Faltó Diego Ranaldi.
Aquella vez Mendoza llegaba a una final del Argentino por cuarta vez en su historia. En 1953, en Río Negro, cayó en la final frente a Capital Federal 47 a 35 y en 1957, en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires venció a los mendocinos 47 a 36. Dos años después en 1959, en Neuquén, superó a Córdoba 73 a 64 para ganar su único campeonato de la historia. Y en 1992 San Luis le ganó al combinado mendocino la final. Y la importancia de llegar a esa definición, se da porque en 30 años posteriores hasta 2022, Mendoza no llegó a una final de un Argentino masculino de básquetbol.
Esos jugadores, que hace 30 años iban superando rivales con partidos memorables, frente a provincias con mayor tradición y poderío en el básquetbol, reían de sus acciones frente a la pantalla celebrando dobles como en aquella vez.
“El combinado del esfuerzo” quedó integrado por Gustavo Zulliger (Regatas), Mario Tejada y Luis March (Atenas), David Ibañez, Carlos Abrego y Eduardo Martínez (General San Martín), Diego Sanchez (YPF), Roberto Pacini (Social Las Heras) y Sergio Peralta (Andes Talleres), Héctor Paulo Minzer y Duilio Petrizán (Israelita Macabi), Diego Ranaldi (Unión Juvenil Luján).
El asado para festejar las tres décadas sirvió para renovar la amistad y para que ya vayan preparando el lugar del festejo de los 31 años…