CORONAVIRUS. Algunos jugadores, como Agustín Paparini, Ramiro Espinoza o Leonardo Mosconi, durante la cuarentena resisten en su segundo trabajo. Reparto de fiambres, venta de indumentaria y productos ecológicos son por ahora esenciales hasta que vuelva el básquet.
Vivir del básquet en Mendoza es casi una utopía. La mayor parte de los jugadores tienen otro trabajo para llegar a fin de mes o han iniciado emprendimientos que le brindan un ingreso extra. Hoy en día para muchos de ellos, esa segunda actividad se volvió el principal sustento.
El aislamiento social, preventivo y obligatorio, lo encontró a Agustín Paparini entrenando para hacer su debut en la temporada para Israelita Macabi, aunque en el Vendimia ya había jugado algunos partidos para el Celeste. Antes de la cuarentena tenía como sustento principal solo el básquet, jugando en el primer equipo y entrenando al mini de Macabi: “Como todos. Estamos en la misma situación que le puede pasar a un albañil, a un carpintero, a una persona que hace changas o como un montón de personas que se han quedado sin trabajo. De una u otra manera, hay que salir a rebuscársela”.
“Yo siempre he tenido actividades secundarias, de chiquito me ha gustado mucho ser comerciante y he vendido de todo, pero siempre tuve negocios muy inestables que eran como para algo extra. Hoy en día tengo la suerte de que mi papá tiene una distribuidora de fiambre y en el momento en que supe que esto iba a ser para largo, tuve que salir a generar ingresos. Estudio abogacía, tengo que pagar la facultad, tengo que pagar celular, tengo que pagar obra social y un montón de gastos más. He podido generar una especie de reparto. Como te digo, tengo la posibilidad de que mi viejo me da esa mano, sino, no sé qué haría. Por ahora con el fiambre a full, aunque eso provoca que me esté costando mucho estudiar” relató Paparini.
Esta situación provocó que haya cambiado o demorado los propósitos que se había trazado: “Hoy en día no sé qué me depara el futuro. Mi idea era seguir jugando al básquet y poder recibirme. Me tomo un tiempito para entrenarme para estar listo para cuando esto termine. Esta situación ha cambiado totalmente mis planes, mi esquema y realmente no sé cómo va a seguir todo. Esta situación hace que cada uno tome el rumbo que más necesite o más le convenga”, comentó el pivot de Macabi.
Ramiro Espinoza en el 2018 ganó todo con el Atlético Club San Martín. El 2020 lo arrancó fichando en Junín Básquet para el Torneo Federal. Luego vendría el parate y el anuncio de la CABB que se daba por finalizado el torneo: “La cuarentena me tiene estudiando, estoy en último año de abogacía y estoy enfocado en eso para tratar de recibirme este año. También junto con mi mamá tenemos un negocio, algunos días me toca ir a atender a mí, le doy una mano en todo lo que necesite. El negocio es de indumentaria deportiva, se llama Espin, de paso meto el chivo” comentó entre risas.
Sobre cómo ve la actualidad y el futuro del básquet, definió: “Si bien estoy concentrado en el negocio y los estudios, me sigo entrenando todos los días como si estuviera en competencia, si hasta puse un aro en mi patio. En cuanto a la vuelta del básquet es toda una incertidumbre, creo que este año van a volver los torneos locales, dudo que pueda volver el Federal o las ligas. Y como esto nos afectó a los jugadores, obviamente también les afectó mucho a los clubes que tienen que cumplir con los contratos sin generar ingresos prácticamente. Solo espero que vuelva el básquet cuando sea seguro para todos. Después se verá el tema de salarios y demás”.
En el aislamiento la gente optó por comprar vía internet o a través de las redes, por lo que uno de los rubros que más creció y en gran medida fue la venta de productos online.
Desde hace tiempo Leonardo Mosconi, jugador del Verde juninense, más allá del básquet, lleva adelante un proyecto de ventas de productos orgánicos y ecológicos para el hogar y cuidado personal, los cuales vende por intermedio de las redes sociales: “Hace un año y algo que empecé con este emprendimiento. No fue por una visión pensando que iba a venir el coronavirus, pero sí pensando en la edad y en los años que uno ya lleva jugando al básquet. Por ahí te das cuenta que no vas a llegar a vivir de comprar 25 departamentos con el sueldo que se gana y vivir de rentas, así que ya tenía una visión bastante amplia y me proyecté a cinco o seis años y dije ´bueno, algo voy a tener que empezar a hacer antes de no poder seguir jugando al básquet´. Gracias a Dios se me prendió la lamparita y hoy puedo tener un ingreso extra que me permita pagarme las deudas y los gastos fijos del día a día”.
El “Chino” que cumple con el aislamiento en Junín, analizó la situación actual en la que se encuentran los jugadores y los clubes: “La verdad, es que yo creo que es bastante complicada sobre todo para todos los que solo juegan al básquet. Pienso que por lo menos este año va a ser bastante complejo en tema sueldos y competencias, creo que en el deporte no se va a gastar mucha plata, menos en un deporte como el básquet. Los sponsors tienen muchas cosas más preocupantes que poner plata en un club y del gobiernoni hablar, con todos los problemas que está teniendo”.
Probablemente esta cuarentena marque un antes y un después. ¿Cual será el escenario el día posterior?. No lo sabemos, pero seguro será difícil, sobre todo en lo deportivo.