
CAMPUS MENDOZA 2019. El entrenador de Quimsa y encargado del Mendoza Training Camp, dialogó con Salto Inicial y contó cómo vive la cuarta edición del campus de perfeccionamiento técnico.
El 16 de diciembre comenzó la cuarta entrega del Mendoza Training Camp, el Campus conducido por Mauricio «Pipío» Pedemonte, que busca desarrollar la técnica individual de jugadores en etapa formativa. «Pipío», que brilló como jugador en la Liga Nacional y ahora se destaca como entrenador en Quimsa de Santiago del Estero en la Liga Nacional Femenina, junto con Néstor Sánchez, se ocupan de guiar a un grupo de 25 chicos en el Club del Banco de Previsión Social.

Este viernes por la mañana, en una jornada diferente, los visitó una joven estrella de Mendoza, que se destaca en Instituto de Córdoba en la Liga y vistió los colores de la Selección Argentina en este 2019. Lucas Reyes compartió su experiencia y conocimiento con los chicos. En ese marco se dio un entrenamiento muy agradable y posteriormente, Pedemonte dialogó con Salto Inicial para contar cómo vive esta nueva edición.
-¿Cuáles son las sensaciones de este nuevo campus? Cuatro ediciones no es poca cosa…
-No es poco, para un sueño que está hecho a pulmón, con mucha pasión para todos los chicos mendocinos y para los entrenadores también, que se quieren acercar. Estamos muy contentos de que esto suceda. No es fácil hacer esto en Argentina, en las condiciones económicas que nos encontramos, pero le buscamos la mano día a día y entendemos que la pasión de estos jugadores y los chicos por crecer, supera todos esos obstáculos.

-¿Has notado una evolución en el Campus desde su primera edición hasta hoy?
–Se va haciendo más conocido, hemos sumado algunos profesores, y en esta cuarta edición, la suma asciende a más de 150 jugadores que han pasado por el campus, y lo más importante es que muchos de ellos siguen creciendo en sus clubes. Hemos tenido varios profesores adjuntos, primero fue Rafael Mascaró, luego Leandro Lincheta y ahora el profe Nestor Sánchez. Todos grandes entrenadores que hemos tenido la suerte de contar con ellos. El staff sigue funcionando bien y las instalaciones están justas para lo que necesitamos. Esperamos poder en un futuro, contar con el apoyo de instituciones deportivas y por qué no, también hacer un campus en invierno.

-¿Qué tratás de enseñarles más allá del desarrollo técnico?
–Lo principal con chicos de estas edades es que adquieran valores deportivos. Con esto me refiero a compañerismo, la pasión por este deporte, sembrar la semilla, que echen raíces, ser fieles a partir del básquet. Que estén en un ambiente deportivo, que compartan, sean buenos compañeros, estudiantes y solidarios. Y después la fundamentación básica, intentamos corregirlos, esto les hace muy bien y prontamente ven sus avances y lo recepcionan positivamente.
-¿Esto es un poco transmitir lo que has aprendido en tus años como jugador y entrenador?
-A mí me enseñaron entrenadores de Mendoza y es un poco lo que yo quiero dejar como legado. Lo que se me enseñó, intento transmitirlo y para eso me he preparado. No es fácil enseñar, en estos años he tenido la oportunidad de perfeccionarme como entrenador, para poder transferir los conocimientos. Es lo que estoy buscando día a día. Esto es un aprendizaje continuo pero los chicos son muy receptivos, se dejan entrenar y siempre están muy atentos.

-Cualidades que sí o sí tiene que tener un jugador de básquet
-Primero tener mucha pasión, es importantísimo. Ser solidario con su equipo, tiene que aprender a apoyarse en sus compañeros. Y luego los valores fundamentales que nos da el deporte como el compañerismo, la humildad, ser ordenados en su vida. Sumado a la parte técnica, que viene un poquito de naturaleza y un poquito que se va adquiriendo.












