LIGA ARGENTINA. La delegación de Rivadavia Básquet, tras la derrota ante Gimnasia de La Plata, cambió rápido el chip y ya piensa en cerrar el 2018 con un triunfo ante Platense en Vicente López. La palabra de su capitán, Abel Trejo, a horas del último compromiso.
Por Hugo Videla
Enviado a Buenos Aires
Hospedados en el Hotel Ramada de Vicente López, Rivadavia Básquet intenta recuperarse de lo que fue la derrota de anoche (90-83) ante el Lobo de La Plata. Un juego muy parejo, donde los Naranjas tuvieron las chances de quedarse con el triunfo, pero un buen cierre de los locales, finiquitó las ilusiones.
Abel Trejo, pívot y capitán del conjunto esteño, analizó: “Fue un partido parejo donde nos costó entrar en ritmo. Había mucha humedad también y creo que nos jugó en contra, pero en el final mostramos una buena cara y estuvimos a un paso del triunfo. Ahora ya estamos pensando en Platense, para tratar de finalizar el año de la mejor manera”.
Sobre la bronca de haber hecho un buen partido, pero no haber podido materializarlo con una victoria, confesó: “Perder por poco siempre te deja un sabor amargo. Pero hay que estar tranquilos, saber que esto es largo, ahora debemos pensar en Platense que es un rival durísimo y muy fuerte en su cancha”.
Chiqui continuó diciendo: “Estamos muy contentos por la campaña que venimos realizando. Siempre se quiere más, pero creo que hemos conseguido muy buenos resultados en este inicio”. Y cerró: “Al hincha como siempre le agradecemos por el apoyo que nos brinda. Por nuestra parte, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para cerrar el 2018 con una victoria”.
Este sábado desde las 21, Rivadavia Básquet visita al Calamar en uno de los juegos más complicados de la temporada, pero con la ilusión de poder conseguir su quinto triunfo de visitante y concluir el 2018 en el podio de la Conferencia Sur.