El estadio de la Universidad Popular, el emblemático De Paolis, se vistió de gala, para cambiar su nombre y recibir de pie su nueva identidad: Dr. Francisco Reig, un tipo que hizo de la humildad su mayor virtud. Don Francisco, el papá del Nico. Un tipo noble que dejó su huella en cada paso, en cada palabra. El cielo está de fiesta. Un docente en todo sentido.
Se escucha retumbar el pique de una pelota de básquet sobre baldosas rojas. Un tinglado y dos aros de básquet. Unos metros hacía el sur, existen dos piletas. No se usan. Pero, en un momento, cuando estaban llenas de agua, nos robaban sonrisas a diario a los amigos de Nicolás. Ese niño y personaje que conocimos en el club.Esas mismas muestras de alegrías, hoy bajan del cielo. Es don Francisco. Está descansando. Merecido. Un hombre que luchó toda su vida. Pero, ahora, disfruta. No está solo. Existe una pantalla de un televisor antiguo pantalla plana. Nada de HD curve, más de 50 pulgadas. Un TV de los pesados. Arriba del aparato una videograbadora. Ni imaginar la posibilidad de un DVD. En la pantalla se reproduce durante días y horas, películas de Cantinflas. Sus preferidas. Pero lo más lindo, es que está en sus brazos y la tiene a «upa» a su flor más bella. La más linda de todas. Su hija Lili. Don Francisco merecía este momento. Disfrutar de su hija. La vida le puso un obstáculo muy duro. Y Dios quiso que la estrella más hermosa del cielo fuera su hija. Hoy, la disfruta y la mima como nadie. Por esta razón, y por muchas más, Don Francisco merecía este homenaje. Y que mejor que más de 40 jugadores de básquet (su deporte favorito) se reunieran en su querido De Paolis. Fueron tres jornadas inolvidables. A puro básquet. Su hijo Nicolás. Un personaje en todo sentido. Estuvo en todos los detalles. Si hasta Andy Berman y Lucas Ilgevichus, fueron reconocidos por su trayectoria. Esos detalles son made in Francisco. Repito: un tipo que de su humildad, carisma, simpatía y docencia, hizo su mayor virtud. Un persona intachable. El cuadrangular fue un éxito. Aplausos para los clubes y los jugadores de Regatas, Banco Mendoza, Macabi y Club Obras. Don Francisco está feliz. Motivos le sobran. Construyó una hermosa familia junto a su mujer Liliana y las palabra amistad y respeto, fueron sus valores predominantes. Descanse Francisco. Nosotros acá abajo, lo extrañamos, creáme. Lo extrañamos y mucho. Pero, llegó el momento de jugar y mimar a su hija Liliana. Si usted está feliz allá arriba, a nosotros nos robará una sonrisa, como lo hacía Cantinflas con usted. Abrazo eterno.