
Lamentable. El vicepresidente de Atenas Sport Club, el Sr. Luis Jezowoicz, agredió verbalmente y físicamente a nuestro periodista de Salto Inicial y Diario Los Andes, Gustavo Villarroel, tras el triunfo del conjunto Apache ante Capital por 71-66.
La figura de la noche tendría que haber sido Nacho Grilli, quien sin dudas, jugó su mejor partido en Atenas Sport Club con 18 puntos. O Caniche Estalles, aportando siempre su cuota goleador. Mejor dicho, todos los aplausos eran para el base Sergio Rosales, quien tras varios años de inactividad, volvió a jugar y demostró una vez más que su calidad está intacta. Jugó un poco más de 30 minutos y convirtió 14 puntos. Atenas pisó fuerte en la Fortaleza y cortó una racha negativa de dos derrotas consecutivas.
Sin embargo, la barbarie se hizo presente. Esa misma que se esconde a través de las redes sociales con pseudónimos y perfiles truchos que intentan posicionarse como polos de información del básquetbol y qué tanto daño han provocado. En esta oportunidad la agresión fue física y verbal por parte del vicepresidente de Atenas Sport Club, el Sr. Luis Jezowoicz hacía mi persona. Cuando me retiraba del estadio de Capital con mi hija de 5 años en brazos, el directivo mencionado tenía el auto estacionado en la cancha de voley, situación lógica debido a su dificultad motriz. Cuando pasaba por al lado suyo, me paró y me dijo cara a cara que le explicara un posteo de facebook mío de hace un tiempo que hablaba de la «ruta del dinero J». Le contesté que no tenía ningún problema, que lo hablabamos cuando quisiera. En ese momento, Jezowoicz, me pegó una cachetada adelante de mi señora, su esposa y mi hija en brazos. Agresión cobarde por donde se la mire o analice. Obviamente, no reaccioné. Sólo le dije que se acordara que me había tocado la cara teniendo a mi hija alzada (gracias a Dios dormida). Se lo repetí varias veces. Lógicamente, ambos tonos de voz fueron aumentando, hasta que apareció su hijo Lucas, jugador de Atenas e intentó agredirme fisicamente. De inmediato, le pedí a mi señora que se retirara del estadio y le di a mi hija. En ese momento todo fue un caos. Insultos de toda índole hacia mi persona, sobre todo del jugador Mendyk y de uno de los asistentes del entrenador Sotomayor, que no registro su nombre.
En el ambiente del basquetbol todos nos conocemos. Sabemos la campaña sucia que ideó Jezowoicz en el 2012 contra Gago y Quesada y así llegó a ganar las elecciones junto a Oyarce. Luego, dos meses después, cuando no pudo sacar a Capital de la cancha de Pacífico para jugar una semifinales (Atenas quedó eliminado), renunció a la vicepresidencia de la FBPM. De inmediato, su enemigo número uno fue el actual presidente. Y así sucesivamente. Ensuciando en alguna oportunidad a los árbitros Lucero y Mellado de arreglar partidos. Burlas y descalificaciones constantes a diversos periodistas, por ejemplo, Ezequiel Farías, Erica López y Esteban Dapas. En mi caso personal, atacándome con mi sobrepeso. Pero, es un estilo de vida. Una forma de actuar. Muy lejos de los valores humildes que dio origen al club Atenas. Esa institución que se hizo grande por los Belda, Allemany, March, Diblasi, Peralta, García, Garín, Pérez, los Llamas, etc. Y si me olvido de alguno, de los verdaderos Apaches, pido disculpas.
Hoy, fue la gota que rebalsó el vaso. Agradezco la educación y los valores que me inculcaron mis viejos desde chico y que desde el cielo me iluminaron para no reaccionar contra el «Señor» (me parece que desde hoy le queda grande esa palabra) Luis Jezowoicz. Repito: me pegó una cachetada y tenía a mi hija en brazos. Una locura. Ni siquiera un insulto. Nada. Sólo le dije que se acordara que me estaba tocando la cara delante de mi familia. Luego, insulté a su hijo, quien reaccionó. Entendible porque estaba su padre descontrolado.
Desde hoy Salto Inicial, lamentablemente, no cubrirá más a Atenas Sport Club. Con la mano en el corazón, le pedimos disculpas a todos sus simpatizantes. Es imposible seguir estando en un lugar que cambió mucho. Dejó de ser una familia. Hoy, es una tiranía. Pongo plata, vendo la historia, y agredo porque me siento y me creo poderoso.
Señor Jezowoicz, a usted me dirijo, ¿sabe una cosa?, somos diferentes. Totalmente diferentes. Usted es nuevo en el basquet. Cuando su hijo no juegue más, dudo que siga siendo un alto dirigente de una institución. Como dije, en el basquet nos conocemos todos. Y piso las canchas de Mendoza desde hace 37 años. Si, desde que nací, que estoy en el basquet. Mi vieja, Mayi, falleció en el año 1985 e iba a la cancha en silla de ruedas. Alentaba a su equipo. Festejaba cuando ganaba su equipo. Lloraba cuando perdía su equipo. Pero, jamás se escondió detrás de su discapacidad para hacer daño e insultar y maltratar a la gente. Es más, hasta el día de hoy, la gente la recuerda con una sonrisa. Si tiene dudas, preguntele a su compañero de comisión Anibal Cerioni, que tiene raíces Apaches, cómo se respeta a la gente. Como se valora al que piensa distinto. Usted hoy, cruzó todos los límites.
Acá no habrán denuncias policiales ni nada por el estilo. Acá hay valores de vida. Usted los rompió. Gracias a mis viejos, evidentemente, los míos son más respetuosos que los suyos y los conservo. Yo, ahora, me puedo ir a dormir tranquilo.
Desde Salto Inicial, decimos hasta pronto club Atenas. Hasta que vuelvas a recuperar tu identidad, tu humildad y tu gente, esa que desbordaba todas las canchas de Mendoza. Y a esos… «los trataron de negros y los alejaron del club». Increible.
Gustavo Villarroel
Lic. Comunicación Social
DNI: 27036739