Un duro golpe para el básquet de Mendoza. Otra vez Livebasketball sufrió un violento robo. El dolor de Lucas Martínez es el de todos nosotros. Estamos con vos.
Impotencia. Creo que no hay otra palabra que le quepa a este momento. A Lucas Martínez lo conocemos todos, porque el básquet de Mendoza es así. Nos conocemos todos, y en pocas palabras podemos describir a cada uno.
Luquitas, como le decimos generalmente en Salto Inicial, fue jugador y luego entrenador. Formó a cientos de chicos, aún a su temprana edad, y en los últimos años se puso el traje de empresario. Fue abanderado en un rubro que en Mendoza estaba virgen. No existía practicamente un lugar en donde comprar pilcha basquetbolera. Trajo una franquicia reconocida a nivel nacional, Livebasketball, y nos dio la oportunidad a todos de comprarnos camisetas NBA sin depender de envíos. Un lujo.
Sin embargo, el destino se encaprichó en ponerle piedras. El año pasado sufrió un robo total, lo que provocó que el local esté un tiempo cerrado. Esto generó una gran movida entre todos los estamentos de nuestro básquet y se pudo, de a poquito, levantar. Lamentablemente, la vida lo volvió a poner en esa situación. En las últimas horas, cuatro delincuentes se llevaron todo y, con eso, una vida de laburo. Increíble, aberrante pero sobre todo desgarrador, porque uno conoce a una familia que se rompió el lomo para lograr las cosas.
Desde su lugar, la familia Martínez le dio al jugador mendocino la oportunidad de vestirse como nunca lo había hecho. En nuestras canchas se ven los últimos modelos de las zapatillas de Kobe, Durant, Lebron o Curry. Y es porque Lucas hizo posible eso. Ahora, Lucas nos necesita a nosotros.
Será menester que todos ayudemos a un emprendedor de la hostia, que estará vendiendo lo que le quedó en el depósito. Seguramente, su Facebook (Click aquí) será la vía. A estar atentos. Fuerza Luquitas, estamos con ustedes. Nunca más.