«Todo es culpa de la Federación…»

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Salto Inicial.
Llegó el momento de hacer una autocrítica. El básquet lo construimos entre todos.

Lamentablemente, una vez más, el básquet de Mendoza quedó en terapia intensiva. No se cumplió con el Reglamento y el año termina con un Torneo que no tiene campeón en A1. Llegó el momento de realizar una «sincera » autocrítica y actuar en consecuencia. Todos los actores del básquetbol somos responsables. 

 

Por Marcelo Lucero 

Gerente Comercial de Salto Inicial

 

Desde mis primeros pasos en el basquet, hace 40 años, escucho que a todos los problemas que genera este deporte elegimos como descarga automática la frase: «Todo es culpa de la Federación…»

 

Como método de autodefensa, buscamos culpar siempre a algo o a alguien que me libere de mi responsabilidad,  y este es el caso más claro (el de la no defición del Clausura A1 2015).

 

 

Creo que todos olvidamos que la Federación es la representación de todos los clubes de Mendoza, por lo tanto, está formado por un delegado de cada club que son los que conforman el Consejo Directivo, responsables  de aprobar las decisiones de fondo sobre el  desarrollo de los torneos y demás asuntos inherentes a la actividad, y como si fuera poco también tienen la importantísima responsabilidad de elegir al Presidente, quien conforma junto con su equipo de trabajo el Consejo Ejecutivo, y a quienes los delegados tienen la obligación de controlar.

 

Por lo expuesto, considero que es hora de hacer una gran autocritica, que el primer paso debería comenzar en corregir errores propios, de buscar compromiso y participación, que los Padres que escuchamos en las canchas criticar todo lo que se hace, deberían ofrecerse a ser delegados de sus clubes para poder corregir todo lo que se critica. Que los Delegados que toman el compromiso de representar a sus clubes, concurran a las reuniones que no son muchas, quizás unas quince al año y aunque no lo crean, la mitad de esas reuniones no se pueden realizar por falta de quórum, es decir, que no se pueden juntar catorce representantes de más de veinte clubes que forman parte de la Federación. Y que los delegados que van, primero respeten el bien común que significa no ir en contra del reglamento que ellos mismo aprueban y que después, defendiendo intereses particulares, empiezan a suspender partidos por cualquier tipo de motivos, trasladando sus problemas al resto.  Que además, brindan su apoyo a determinadas decisiones políticas, y a cambio solicitan tratamientos especiales, y que cuando esos pases de facturas no salen como ellos pretendían, comienzan a criticar y separarse de las responsabilidades que les caben.

 

Y por último, y no menos importante, que quienes tienen la obligación de ejecutar las herramientas para el normal desarrollo de este deporte, lo hagan, y no con autoritarismo ni tampoco con demagogia, solo con la convicción y legitimidad que les brinda un reglamento aprobado por los delegados.

 

Las negociaciones y acuerdos se deben dar en el tratamiento de la aprobación de un reglamento, pero luego de aprobado sólo hay que respetar el orden y la planificación. Ese es el mandato que se les ha dado, el de ejecutar y administrar.

 

Siempre hay tiempo para corregir y mejorar, pidamos un minuto y acomodemos las cosas, hagamos cumplir los roles de cada uno, como todo gran equipo de basquet, donde cada uno cumple su función y los más importante, como se dice en cada charla técnica al plantel, PRIMERO ESTÁ EL EQUIPO.

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