LIGA NACIONAL. Desde la Asociación de Clubes (AdC), anunciaron que en noviembre volverá la Liga Nacional, mientras que la Liga Argentina y la Liga Femenina iniciarán a principios de 2021. La opinión del relator más importante del país y cómo vive este momento sin actividad.
La “nueva normalidad” ha afectado a todos, a algunos de forma económica, a otros desde el plano emocional. Carlos Altamirano, como todo simpatizante y consumidor del básquetbol argentino, vive estos meses sin competencia de manera complicada, extrañando la rutina de viajes, hoteles y noches de relato en cualquier estadio del país o el mundo.
“Al principio lo tomé con tranquilidad. Intenté recordar los casi 45 días que todos los años tengo de vacaciones forzadas, al no haber ninguna competencia de básquet. Pero ya a partir del segundo mes todo se me hizo cuesta arriba. Suelo ser un padre ausente, marido ausente, hijo, amigo o tío ausente, porque estoy el 75% del año fuera de casa, viajando por todos lados. De golpe que haya pasado esto, ha sido un impacto terrible. Por supuesto que le encontré el lado positivo y aprovecho de estar en casa con mi familia, pero el básquet es una pasión y se extraña” comentó el periodista rosarino en diálogo con el programa radial Antes de ver el sol.
Ante la consulta sobre su opinión de la decisión de la AdC de planificar la próxima temporada de Liga Nacional para noviembre y la Liga Argentina y Liga Femenina para inicios de 2021, analizó: “Me parece una decisión acertada, es sumamente valioso que se esté pensando en una próxima competencia, en un momento tan crítico y caótico en todo sentido. Valoro a los dirigentes de los clubes, independientemente de las categorías, porque en su mayoría trabajan Ad Honorem por amor al básquet. Me parece bárbaro que desde la AdC se esté pensando en un campeonato en el corto plazo”.
Además, agregó: “Muchos jugadores se han ido a México, Uruguay, Brasil y algunos pocos a Europa, pero no analizo cómo puede llegar a ser la próxima Liga, básicamente por lo que decía anteriormente. El momento económico es caótico y lo más importante hoy es saber cómo saldrán los clubes de esta situación. Hay un montón de costos que cambian semana a semana en este país y hoy lo más importante es saber cómo van a sostenerse nuestros clubes”.
Aprovechando sus conocimientos, Altamirano se refirió a las posibilidades de que Facundo Campazzo y Leandro Bolmaro puedan ser parte de la próxima temporada de la NBA, recuperando así presencia Argentina en la liga más importante del mundo: “Lo único claro es que Facundo Campazzo quiere jugar en la NBA y el Real Madrid lo sabe. La cláusula es alta (6 millones de Euros) y parece que hay varias franquicias que lo quieren. Creo que Campazzo es NBA, al igual que Gabriel Deck. También creo que Garino podría jugar algunos minutos en algún equipo por sus condiciones atléticas y defensivas. Por el lado de Bolmaro, es la gran perla del básquetbol argentino, acaba de firmar un gran contrato con el Barcelona y me parece que su deseo es continuar en Europa. Ambos son NBA, no tengo dudas”.
Por otra parte, también hizo hincapié al boicot que se realizó en las últimas horas en la NBA, debido a un nuevo homicidio de carácter racista en Estados Unidos, en conjunto con protestas que terminaron en fuertes represiones policiales: “Fue emocionante lo de ayer, sobre todo conociendo un poco la historia de cómo la raza negra ha sufrido durante tantos años y sigue pasando. La pasan como el culo de verdad. No es la primera vez que la NBA se manifiesta de esta manera. El deporte es un movilizante muy grande y en este caso, el 70% de los jugadores NBA son afroamericanos, los cuales son ídolos, millonarios y con miles de seguidores en las redes sociales, y que ellos se manifiesten como lo hicieron, realmente me emociona”.
Finalmente y ante un nuevo aniversario de la victoria Argentina ante Estados Unidos en la semifinal de Atenas 2004, que significó dos días después la medalla dorada, Altamirano recordó: “Mi vieja tenía un lavadero de ropa. Si bien yo ya hacía periodismo en Rosario, lo hacía de manera independiente y para pagarme la revista que hacía y el programa de radio, trabajaba con mi vieja. Recuerdo que ese día me fui a casa a ver el partido. Se me mezclan muchas sensaciones que se combinan con todo lo que nos ha dado la Generación Dorada. De muy chico supe que iba a ser periodista deportivo. Pero en ningún punto sabía que iba a poder mantener a mi familia con esta carrera, ni me hubiera imaginado el 5% de todo lo que viví”.