
SALTO EN EL TIEMPO. Una muñeca intratable. El 9 de junio de 1993, el Negro Jait metió 10 triples en la recordada y difícil cancha de Unión Juvenil Luján. Alcanzó el récord que tenía Raúl Brioude hasta ese momento. Uno de los mejores tripleros de la historia del basquet de Mendoza. Símbolo de Macabi campeón 1993. Calentón al máximo. Sus amigos, dicen que es un fuera de serie y que no puede perder ni una patadita con dos toques.
1-¿Seguís ligado al básquet?
-La verdad, desde que dejé de jugar en primera división, no he participado mucho, sólo como hincha. Esta última temporada estuve muy presente. Favoreció mucho que mi hijo Bernardo estuvo jugando en el U21 de Macabi. Con respecto al Maxibasquet, no he dejado de jugar nunca. Desde los 10 años que estoy jugando. A pesar de que en algunas oportunidades he estado suspendido por mi buena relación con los árbitros. Pero, bueno. Ahora, estoy en unas vacaciones obligadas (risas).

2-¿A qué te dedicas?
-Soy farmacéutico. Trabajo en un Centro de Salud de Las Heras.
3-¿Familia?
-Marcela mi esposa, estamos de novios desde el último año de la secundaria y aún seguimos juntos. Tenemos dos hijos, Bernardo de 21 años que juega al básquet, deja, juega. No es constante. Es muy habilidoso, pero le falta constancia. Todo lo contrario al padre. Y Barbarita, quien es un demonio, juega al hockey y es como yo, constante y le gusta hablar mucho con los árbitros (risas).
4- ¿Tu quinteto ideal?
– Jugué 20 años en primera división, compartí cancha con grandes jugadores con una gran trayectorias y chicos jóvenes también. El equipo número UNO es el equipo de 1993 campeón con Macabi. Carlos Yanzi en la base; Le Scherbovsky de dos, yo de tres, Nicholson de cuatro y Tata Fernández de cinco. Era un equipazo. De los mejores que han jugado en Mendoza. Con un recambio infernal como Andrés Belinsky, el Camerún Tejada, Julito Palau, Leandro Lowi, Orelogio, Roitman, Coccia. Equipazo.

En veteranos, en una oportunidad, armamos el equipo del Colegio Farmaceútico. Justo coincidimos 8 farmacéuticos en un equipo: Pablo Melo (que lamentablemente no lo podemos tener entre nosotros), «Manguera» Zullinger, Pablo Llamas, Gerardo Arreghini, Claudio Schejter, Carlos Schejter, De Vecchi que era bioquímico. Infernal este grupo.

Y por último, el mejor equipo de todos, ya que mezclamos jugar, competir y amistad: Club de Amigos. Involucramos a la familia y todo. Pasamos vacaciones juntos, reuniones. Es espectacular. Somos como 20 jugadores, seguro que me olvido de alguno. Pero, todos son unos personajes: Marcos Schugurenski; Gabriel Sarfati; Andrés Belinsky; Martín Toro; Anibal Mira, Manco Ibañez, Roberto Villa; Ogro Fernández; Marcelo Escalona; Rubén Vera; los sanjuaninos y algunos más, que me olvido. Amistad y básquet, el mejor de todos.
5- ¿Qué jugador admiraste siempre, rival o compañero?
– Por calidad humana y basquetbolistica, no conocí a ninguno como Claudio Pesquín. Era un ídolo literalmente.
6-¿Un entrenador?
-Jorge Rosemblat. Para mí un adelantado, un loco. Estudioso. La verdad, que lo quiero como si fuera mi hermano mayor. Un genio. No me puedo olvidar del Mono Oyarce, quien armó un grupo fabuloso y me tuvo muy contenido. Esos dos entrenadores son buenísimos.
7-¿Un árbitro?.
-Mi mejor amigo de los árbitros es Luis Lunardi. Tengo una historia muy particular. Increíblemente, en un momento, me informó y el Tribunal de Penas me suspendió por 99 años por un intento de agresión que tuve con Luis. En su momento, estaba furioso. Después vino Carlos Saúl Menem, sacó un indulto y eso me favoreció a mí y a Raúl Brioude. Y volvimos a jugar. Después, entablamos una relación con Lunardi, lo atendí durante mucho tiempo en una Farmacia. Excelente persona.
Y el otro árbitro que me parece que es el mejor de Mendoza es Mario Aluz. Él se casó con la hija de Don Castillo, una persona que en Macabi queríamos muchísimo. Además, mi hijo es muy amigos de sus hijos. Todo redondito.

8- ¿El rival más difícil?.
-En inferiores siempre fue Andes Talleres. Tenía una categoría 65-66-67, que eran imbatibles. Hasta que llegamos a juveniles y les empezamos a ganar. Atenas, siempre muy difícil, con esa famosa garra Apache. Y en el mejor año de Macabi, el equipo más difícil fue Mercado, que era una selección. Los años 92 y 93 fueron años de nivel de Liga Nacional.
9- ¿Tu estadio favorito?
-Obviamente la cancha de Macabi. Un templo. Coqueta, con duchas. Sin dudas, la más linda de todas. También me gustaba mucho la vieja de Regatas, abajo en el Lago.

10- ¿La cancha más difícil?
-La de Atenas, tribunas muy pegadas, chiquita, mucha gente siempre. Muy difícil ganar ahí. Y la otra cancha complicada era la de Cultural Israelita, un aro más alto, un aro más bajo. Imposible.
11- ¿Tu mejor partido?
-Recuerdo uno en Atenas. Cursaba en la facultad. Llegué tarde. Íbamos perdiendo. No me acuerdo bien. Llegué en el entretiempo. Faltando 6 minutos, perdíamos por 8 puntos. Hice una seguidilla de 12 puntos y convertí un tanto en el último segundo.

Y otro que fue fabuloso, en cancha de Unión Juvenil Luján. El día que metí 10 triples. Siete fueron seguidos, con la cortina de Nicholson. Tiré 14 y convertí 10. Fantástico.
12-¿Un campeonato?
-El mejor campeonato sin dudas fue el del año 1993. Fue anual. Impresionante. Creo, que nunca más, se jugó de esa forma. El otro muy bueno fue cuando jugué con Macabi en la B. No jugué muchos partidos. Teníamos un lindo equipo. Andy Berman, comenzaba a jugar en primera. Ese torneo se lo ganamos a Rivadavia.
Cuando fui DT, salimos campeones de la B. Fredy Zlotolow y Leo Scherbovsky eran los jugadores de experiencia. El resto pibes del club. Le ganamos la final a Atenas. El primer partido en la Federación de Box terminó con una una piñadera infernal entre ambas hinchadas. La revancha fue en Cano y también ganamos con un tanto de Leo sobre la chicharra. Se jugó a puertas cerradas ese partido.
13- ¿El mejor norteamericano que enfrentaste o jugaste en Mendoza?
-Andray Nicholson. Un genio. Hacía todo bien. Jugadorazo. Entendía su rol a la perfección. Marcaba, pasaba la pelota y era goleador.
Párrafo aparte, en el año 93 entrenamos mucho con Regatas de José José Podskoc. Y en el Lago tenían a Carey Scurry, un fenómeno. Fuera de serie.

14-¿Un club?
-Macabi, jugué solo seis meses en Sayanca. Pero, el como el Templo Celeste, no existe otro. Mi casa.
15-¿Qué significa el básquet en tu vida?
-El básquet ha sido una pasión. Y lo más lindo, me acompañó toda mi carrera mi papá Natalio, un capo. Un gran analizador de mi juego. Llegaba a casa y me decía lo malo que había jugado. Y para los amigos de él, era Jordan (risas). Fue mi primer hincha, el número uno. Y la segunda, mi señora, Marcela, que me acompañó siempre. Sólo me falta ser dirigente, pero aún me siento jugador y eso muy difícil soltarlo.
