En poco tiempo, demostraron entenderse a la perfección. Nicolás Aguilera y Jonathan Jones hacen estragos cuando están enchufados y fueron clave en las últimas victorias de su equipo.
Nadie descubrirá nada al decir que Jonathan Jones le vino bárbaro a Anzorena Ciudad de Mendoza. Le solucionó en gran parte el problema en la zona pintada a Sebastián Figueredo, donde se notaba cada vez más que con el corazón y la garra de Jorge Sánchez no alcanzaba. De movida se notó que ese asunto estaba zanjado, Jones le alivió muchísimo la carga al Hacha, y allí Anzorena comenzó a ganar en rebotes tanto defensivos como ofensivos.
Sin embargo, en ataque también apareció un factor que, partido a partido, fue más determinante y hoy no es secreto. Cuando se juntan Nicolás Aguilera y Jey Jey, el Rojo tiene grandes posibilidades de lastimar al rival. La primera opción, la más común, es la del pick and roll, con la cual anoche complicaron seriamente a Hispano Americano de Río Gallegos.
Sin embargo, a lo largo de estos partidos se vieron otros detalles, como una serie de Alley Oops, un recurso tan visto en la NBA pero escaso en nuestros pagos. Bueno, en la Sexta los hemos disfrutado. Se buscan constantemente, no hablan la misma lengua pero sí el mismo idioma universal, el de la Naranja.